Actúa, canta, pinta, dibuja y escribe. Además, creó junto a una amiga una marca de accesorios, donde canaliza muchas facetas de su arte. Embarcada en un camino de autoconocimiento, sigue creciendo constantemente.
Cada noche, entre cuatro y siete sueños llenan nuestra mente de imágenes y sensaciones. Olvidamos casi todas cuando nos despertamos. Florencia Torrente es de quienes creen que allí hay información muy valiosa como para resignarse a su pérdida, y tiene un kit “atrapasueños” con el que busca capturar algunos de esos momentos: en su mesa de luz hay cuadernos, lápices y su celular, donde anota apenas puede lo que acaba de pasar en su cabeza.
«estoy escribiendo una serie con una amiga»
¿Te volvía loca que tus sueños se te esfumaran?
Sí, porque tengo sueños muy flasheros y con aromas, sensaciones y texturas muy delirantes. Algunos muy realistas. Empecé a preguntarme “¿Qué es esto? ¿Qué pasa acá?”. Cuando entrás en ese universo, es tremendo. Este libro te ayuda a ser el director de tus propios sueños. ¿No te pasa que a veces te dormís, te despertás queriendo volver a un sueño y pensando mucho, mucho, lo conseguís? Todo es ejercicio.
Máquina incansable de crear, Florencia se pasa el día atendiendo a cada estímulo que le llega, para conectarlo con otro y ver qué resultado se produce. Lo de los sueños es una continuidad de esta avidez para que no se le escape nada. Todo es material de creación, todo puede derivar en las muchas plataformas donde canaliza su sensibilidad: es actriz, dibujante, artista plástica, cantante, escribe guiones y lleva adelante Helicia, una marca de accesorios femeninos a la que dio vida como a un personaje, creándole una historia y una identidad que la explicaran.
¿Cómo organizás los tiempos entre tantas actividades?
No sé. A veces es difícil, pero coordinando y ordenando, creo que las cosas se pueden. Ahora estoy con Mentiras inteligentes [N. de la R.: obra que protagoniza junto a Mariano Martínez, Arnaldo André y Betiana Blum], ensayando dos obras para Microteatro; haciendo algunas cosas para Sola, una película producida por mi mamá y por Fabián Mazzei, en la que actuamos los tres. También estoy escribiendo una serie con una amiga. Estamos haciendo algo que queremos hacer, esperando a nadie.
Nunca estás esperando, ¿no?
No, porque todo lleva su tiempo, y si empezás a trabajar sobre las cosas y dejás que vayan surgiendo solitas, de pronto no sabés qué pasó y un montón de cosas hermosas sucedieron. Eso es lo que me parece interesante de la vida: hacer, experimentar, expresarse. ¿Esperar? ¿A quién?
Estás en un ejercicio que es doble: hacer que las cosas pasen, y darte cuenta, que no se te escapen.
Creo que eso es un poco el quid de la vida: registrar. Constantemente suceden cosas, a veces somos más permeables y a veces menos. En medio de un día agitado se te pueden pasar, pero creo que la meditación es algo que te vuelve automáticamente a tu eje, en tres minutos. Y eso lo tengo todos los días de mi vida.