A los 34 años, Joaquín Álvarez crece como conductor dando pasos seguros. Obsesivo por el trabajo, dice que admira a Marcelo Tinelli. La historia del chico que aprovechó su desfachatez para crear su propio camino, en una colorida entrevista con Editorial Acción, para la edición 43 de Ahora Más.
Ya sea para ir a comprar algo y que le fíen en algún almacén en su Mar de Ajó de la infancia, o para encarar al tarjetero de un boliche más tarde, y pelear un descuento para él y sus amigos, Joaquín Álvarez estaba siempre ahí, poniendo la cara, ganándose la confianza de quien estuviera en frente. A donde sus hermanos mayores u amigos lo mandaran, él iba. “Ese es mi pollo”, le decían una y otra vez. Pícaro y atorrante, este joven conserva hoy, a los 34 años, aquello de Pollo, el apodo ya instalado con el que se lo conoce y navega en los medios, haciendo –dice– lo que ama profundamente: conducir.
«Laburo hace muchos años, nunca me gusta decir que estoy en lo mejor»
Hacés muchas cosas, ¿cómo te organizas?
Sí, no tengo tiempo para mí, me gusta mucho lo que hago. Arranco a la mañana, ya sea entrenando o en alguna reunión, siempre tengo alguna conducción de algún evento. A la mañana, suelo ir para la productora para ver lo del canal; entre las 18 y las 20, tengo el programa de cable y de 21 a 23 tenía el programa de radio, que ya no lo tengo más desde este año. Y, los fines de semana, el programa de Canal 13. La verdad, estoy contento, asumiendo la que me toque, con trabajo, que es siempre un placer.
“Todo lo que conseguí en mi vida lo fui a buscar”
Para el conductor de Por una moneda (El Trece) y Con amigos así (KZO), el 2017 fue, sin dudas, su mejor año, aunque a él le guste decir que siempre el mejor año está por venir. Hiperactivo y fanático del trabajo, estuvo también haciendo radio en La Red y llevando adelante Urban, un proyecto propio de entrevistas en la web. “Fue un año de mucho crecimiento, todo se dio a mitad de año, cuando arranqué con Pico (Mónaco) en el Trece, y con Pico y Zabaleta en KZO. La vara está muy alta, pero siempre se puede más”, afirma Pollo Álvarez, quien no se toma vacaciones: se fue apenas unos días a pasar fin de año a Punta del Este, y ya está de regreso para seguir con todos su trabajos. “Sigo, sí. A full”, dice con una sonrisa.
Venías de hacer tres años en Combate. ¿Sentís que saltaste a las ligas mayores?
Laburo hace muchos años, nunca me gusta decir que estoy en lo mejor, como te decía. Obviamente, fue un año de cambios, dejar Combate después de tres años y medio, para ir a un canal líder como El Trece, está bueno.
¿Sos de esos que, cuando empiezan a aparecer oportunidades, agarra todo lo que hay?
Estoy muy en contra de eso, “es tu mejor momento”, me dicen, y yo les digo que no, que el mejor momento está por venir. No sé si hay que agarrar todo, siempre en mi caso fue gradual, para arriba, pero viendo las cosas, pensando qué hacer. Me parece que, si agarrás todo, perdés.
Bueno, este año agarraste bastante.
(Risas) Sí, yo soy obse del laburo fuerte, así que para mí no es tanto. Este año me propuse hacer aire, cable, radio y mi proyecto de Internet. Me gusta, es lo que hago.
De todo lo que hacés, ¿qué es lo que más te gusta?
Conducir. Parece una frase armada, pero, cada vez que conduzco, se me eriza la piel, me vuelvo loco. Además, me gusta mucho producir, así que de conducir también me gusta la previa, el durante, el después, los detalles. Realmente me apasiona. Amo lo que hago.